Las tiras de etiquetas se empalman de manera completamente automática en unos cabezales de empalme especialmente diseñados para ello.
Las dos bandas de etiquetas se conectan sin necesidad de parar la etiquetadora. La opción más adecuada para su empresa dependerá del sector industrial y de los requisitos de rendimiento.
En el cabezal de empalme LabelLink®, el reverso al final de la cinta de etiquetas contiene una superficie adhesiva que «se masajea» neumáticamente a la parte delantera de la nueva cinta, tras haber retirado previamente una etiqueta.
Son los controles y sensores los que se encargan de colocar y fijar con precisión el extremo trasero al delantero del nuevo rollo de etiquetas. La fijación es tan precisa porque se ralentiza la velocidad de la cinta.
Si la velocidad de etiquetado es muy rápida, durante el empalme, a la etiquetadora se le alimenta con un sistema de amortiguación.
Si las etiquetadoras trabajan a una velocidad de bandas reducida, el empalme durante el cambio de rollos se puede realizar manualmente.
Así se previenen fácilmente las averías ocasionadas por el desgarre del empalme, los espacios desiguales entre etiquetas o los bultos irregulares.
Con un poco de maña se puede incluso cambiar los rollos sin necesidad de detener la maquinaria. Bajo ningún concepto se debe cantear o recortar ni la cinta porta etiquetas ni la cinta adhesiva.
Incluso en el empalme manual, el sistema LabelLink® presenta evidentes ventajas frente a un sistema sin LabelLink®: los rollos se cambian y las tiras se empalman con mayor rapidez, se evitan los costes adicionales que supone desperdiciar etiquetas y se mejora la seguridad del proceso en su totalidad.
